Apple demandada por presunto plagio en Tetris

Un nuevo capítulo se abre en la historia de los videojuegos, y no es otro que el de la famosa franquicia de Tetris. Esta vez, el escenario no es un tablero de bloques, sino un tribunal. La aclamada película de Apple sobre este clásico, que ha capturado la atención de millones, se encuentra en medio de una tormenta legal. ¿Qué ha llevado a un autor a presentar una demanda contra una de las empresas más poderosas del mundo? La respuesta es más compleja de lo que parece.

Dan Ackerman, reconocido escritor y periodista, ha decidido hacer frente a Apple y a otras entidades vinculadas a la producción de la película. A través de su obra The Tetris Effect, publicada en 2016, Ackerman sostiene que la película de Apple no solo se inspira en hechos reales, sino que también toma elementos sustanciales de su narración, lo que desencadena una serie de acusaciones de plagio y robo de ideas.

Las acusaciones de plagio que sacuden a Apple

La demanda presentada por Ackerman alega que la película de Apple sobre Tetris copia de manera significativa no solo el contenido, sino también el estilo y la narrativa de su libro. En el documento legal, se detalla que la historia que cuenta Ackerman, que retrata a Henk Rogers en un contexto de espionaje durante la Guerra Fría, es fundamental para la trama de la película, algo que él considera una violación directa de sus derechos de autor.

• Ackerman alega que su libro presenta la historia de Tetris como un thriller de espionaje, un enfoque que dice haber introducido él mismo.
• La figura de Henk Rogers aparece como un héroe en ambas narrativas, un punto que Ackerman sostiene que fue tomado sin su consentimiento.
• Se mencionan capítulos específicos y elementos narrativos que fueron adaptados a la película sin autorización.

En su defensa, Ackerman remarca que las similitudes son demasiado evidentes como para ser coincidencias. "La película Tetris es sustancialmente similar en casi todos los aspectos materiales", se lee en la demanda. Esto plantea una pregunta importante sobre la propiedad intelectual en el mundo del entretenimiento: ¿hasta dónde puede llegar la creatividad sin cruzar la línea del plagio?

El camino de Ackerman hacia la creación de The Tetris Effect

La historia de Ackerman no comenzó con la demanda. Como editor en jefe de Gizmodo, ha estado inmerso en el mundo de los videojuegos y su cultura durante años. En 2014, inició la investigación para su libro, entrevistando a varios protagonistas de la historia de Tetris, incluyendo a Henk Rogers, Alexey Pajitnov (el creador del juego) y Minoru Arakawa, cofundador de Nintendo of America.

Las conversaciones con estas figuras no solo enriquecieron su libro, sino que también le dieron un entendimiento profundo de los eventos que rodean a Tetris. Ackerman sostiene que su enfoque narrativo, que convierte la creación del juego en una historia de espionaje, fue una idea original que ahora se ve amenazada.

"El demandante no solo entrevistó a estas figuras para su libro, sino que ellos y sus representantes sabían de su intención de remodelar la historia", menciona un fragmento de la demanda.

Dan Ackerman sobre su proceso de investigación.

Las implicaciones legales de la demanda

La demanda de Ackerman no solo busca compensación económica, sino que también plantea un debate sobre los límites de la propiedad intelectual en la era digital. Al incluir pruebas que sugieren que escenas específicas de la película fueron tomadas directamente de su libro, Ackerman está estableciendo un precedente que podría afectar a futuros proyectos basados en obras literarias o artísticas.

Por ejemplo, una de las escenas clave de la película, que revela que la intérprete de Henk Rogers era un espía de la KGB, es descrita por Ackerman como una "invención narrativa" que él introdujo y que no tiene base en hechos reales. Esto plantea una nueva dimensión sobre cómo se pueden adaptar las narrativas y qué derechos tienen los autores sobre sus obras.

Ackerman busca una compensación económica significativa

En el corazón de la demanda, Ackerman reclama una compensación de al menos 4,8 millones de dólares, que representa el 6% del presupuesto de producción de 80 millones de dólares de la película. Su abogado, Kevin Landau, ha afirmado que esta demanda busca "enmendar un agravio" y proteger los derechos de autor de Ackerman frente a lo que considera una competencia desleal.

• El 6% del presupuesto de la película se traduce en una cantidad que podría marcar la diferencia en la carrera de Ackerman.
• La compensación económica no solo valora su trabajo, sino que también establece un estándar en la industria sobre cómo se deben manejar las adaptaciones de obras literarias.
• La respuesta de Apple y de los otros demandados será crucial para determinar el rumbo de esta disputa legal.

El contexto de Tetris en la cultura popular

Para entender la magnitud de esta demanda, es vital considerar el impacto cultural de Tetris. Desde su lanzamiento en 1984, este juego ha trascendido generaciones, convirtiéndose en un ícono de la cultura videojueguil y, por ende, en un tema atractivo para obras narrativas como la película de Apple.

El valor de Tetris no solo se mide en su jugabilidad, sino también en las historias humanas que se entrelazan en su creación. La capacidad de Ackerman para contar esta historia desde un ángulo original es lo que, en su opinión, ha sido usurpado por la película. La disputa legal abre una caja de Pandora sobre cómo se cuentan y se comercializan estas historias en el futuro.

La reacción de Apple y The Tetris Company

A la fecha, Apple y The Tetris Company aún no han emitido declaraciones detalladas sobre la demanda de Ackerman. Sin embargo, en el ambiente legal, se espera que presenten una defensa sólida que argumente que su película es una obra original, basada en hechos históricos y no un plagio del libro de Ackerman.

La respuesta de las partes involucradas podría tener repercusiones importantes, no solo para el futuro de la película, sino también para el modo en que se desarrollan las historias sobre videojuegos y sus creadores. Con el crecimiento del mercado de adaptaciones, esta demanda podría ser un caso de referencia para otros autores que deseen proteger sus obras.

Esta situación nos recuerda que, en la intersección del arte y la industria, los derechos de autor son un campo de batalla esencial. Las historias que se cuentan sobre videojuegos, y de hecho sobre cualquier forma de arte, deben ser respetadas y protegidas para garantizar que la creatividad florezca.

Los próximos meses serán decisivos en este caso, y muchos en la comunidad de videojuegos estarán observando de cerca cómo se desarrolla. Al final, la historia de Tetris es una que merece ser contada con respeto y originalidad, y este juicio podría ser un paso importante en esa dirección.

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